Hace unas semanas, el pasado 5 de agosto, Croacia celebró, como todos
los años desde 1995, el Día de la Victoria y de la Gratitud de la Patria
(2), así como el Día de la Defensa Croata (3). Además, para marcar el
vigésimo aniversario de la Operación Oluja («tempestad» en
serbio-croata), se organizó un desfile militar el 4 de agosto en Zagreb
que las poblaciones serbias condenaron con dureza.Es importante recordar
que en esta ocasión Croacia celebra también uno de los mayores crímenes
cometidos en las guerras que desgarraron la antigua Yugoslavia en los
años 90.
La Operación Oluja, la mayor limpieza étnica en Europa desde 1945
Durante aquella operación, que se desarrolló del 4 al 7 de agosto de
1995 y permitió a Croacia recuperar un territorio de 10.400 km2 (el 18 %
del país) que se encontraban hasta entonces bajo el control de la RSK,
alrededor de 220.000 serbios fueron expulsados de Krajina (4) por el
ejército croata. Al mismo tiempo casi 2.000 serbios, entre ellos 1.200
civiles –hombres, mujeres y niños- fueron asesinados. El ejército
croata, aconsejado por antiguos oficiales del ejército estadounidense y
apoyado técnicamente por las redes de inteligencia de la OTAN, movilizó
al menos a 130.000 hombres para llevar a cabo una operación que
representa la mayor limpieza étnica en Europa desde el final de la
Segunda Guerra Mundial.
Por otra parte, si nos referimos a los
datos del censo de 1991 (5), más de un tercio de la población serbia que
vivía entonces en Croacia fue expulsadoa lo largo de cuatro días
terribles marcados, además, por la destrucción de propiedades
inmobiliarias serbias (casas, iglesias, cementerios, hospitales,
escuelas…) por medio de bombardeos de artillería. Las colonias de
refugiados debieron sufrir durante su huida los sobrevuelos amenazadores
de la aviación croata.
La Operación Oluja se inscribía en el
proyecto del presidente croata de la época Franjo Tudman, dirigido a
crear una Croacia étnicamente pura, que se puso en marcha desde su
llegada al poder por medio de las primeras modificaciones
constitucionales que ceñían el estatuto de ciudadanos solo a los croatas
mientraslas minorías étnicas y religiosas presentes en el país veían
reducidos sus derechos. Las transcripciones de las instrucciones dadas
por el presidente croata a su Estado Mayor en la reunión preparatoria de
la operación Oluja, el 31 de julio de 1995 en Broni, hablan por sí
mismas: «Hay que infligir tal golpe a los serbios que prácticamente
desaparezcan» (6). Es importante señalar que el
proyecto de Tudman marcaba un resurgimiento de la política racista
llevada a cabo por los ustachis (7) en la Segunda Guerra Mundial.
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