La presa política Khalida Jarrar, recientemente condenada a 2 años de cárcel, da testimonio del papel esencial que desempeña la literatura para las y los prisioneros palestinos que luchan por preservar su humanidad y mantener un vínculo con el mundo exterior.
Desde la prisión israelí en Damon, ubicada en la cima del Monte Carmelo en Haifa, les envío un saludo en mi nombre y en el de mis 40 camaradas, todas luchadoras por la libertad, palestinas detenidas en prisiones israelíes. Extendemos nuestros saludos y respetos a las y los escritores, académicos, intelectuales y artistas que dicen la verdad, que exigen libertad y justicia para todos y todas y que defienden el derecho del pueblo a la autodeterminación oponiéndose a la dominación colonial racista.
Sem comentários:
Enviar um comentário