Yo no les creo nada a los enormes medios de información del mundo. Les
creo apenas nada a la CNN, al diario El País de España; Televisa, de
México; Clarín, de Argentina; Globo, de Brasil; El Mercurio, de Chile, y
a RCN y Caracol, de Colombia. De ellos no tengo una importante opinión,
pues, a decir verdad, me parecen frívolos y los considero poco o nada
veraces. Lo único que saben es comercializar y hacer negocios con la
información. Funcionan como opulentas empresas de la información.
Por
supuesto que yo no ambiciono convertir a nadie a mi opinión, deseo
ejercer mi derecho a la libertad de expresión de modo respetuoso, sin
que por ello deje ser sincero y reflexivo. Yo ya poseo demasiado hastío
de ver cómo se hace un show mediático con la muerte y cómo inventan
noticias increíbles y macabras para aumentar el rating.
Traigo a
cuento el caso que tengo más cercano, el de Colombia. La guerra armada
entre la ex guerrilla FARC y el Gobierno de Colombia ya se acabó. Pese a
ello, los medios mercantiles colombianos siguen con los guantes
puestos. Quiérase o no la paz de Colombia va a llegar más temprano que
tarde, porque los jóvenes queremos un país diferente: en paz. El pueblo
colombiano y la gente joven de hoy tienen otra mentalidad.
Sem comentários:
Enviar um comentário