Entregar información en el confesionario cumple un rol estratégico en el
ejercicio del control social. Es una historia que tuvo etapas primeras
como “confesión pública de pecados” inspirada, incluso, en antecedentes
egipcios. Se lo hace pasar por sistema de redención de pecadores que
cometen faltas por des-manejo de las pasiones (quitando el pecado
original). Se tipifican, entre otros “pecados”: la idolatría, el robo,
el homicidio o el adulterio (véanse los 10 mandamientos) cuya única vía
de corrección es la penitencia que, según el tamaño del mal, tomará
tiempo y esfuerzo antes de alcanzar algún grado de perdón. El sistema
examina los vicios o “pecados” contra los que uno debe estar prevenido. Y
eso incluye al que “peca por la paga y al que paga por pecar”. (Sor
Juana Inés de la Cruz) ¿Qué hace un confesor con la información que
recolecta? ¿La silencia?
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