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sexta-feira, 3 de julho de 2015

Grecia, el voto (Sí) del miedo

La ratificación por parte del primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, de mantener para el domingo la convocatoria del referéndum sobre la propuesta de los acreedores ha redoblado los esfuerzos de los dirigentes europeos y los grandes medios de comunicación en favor del «sí» y en presentar una eventual victoria del Gobierno como la mejor opción hacia el caos.
Las fuerzas proausteridad no han dudado en promover una campaña del miedo, con el propósito de influenciar el voto en la consulta del domingo. Tras la decisión política del Banco Central Europeo (BCE) de cerrar la posibilidad de aportar más liquidez a los bancos griegos, forzando con ello al control de capitales y el cierre de las entidades financieras, han llegado los mensajes amenazantes o catastrofistas desde las instituciones europeas y desde algunos gobiernos, con el fin de alimentar el miedo entre los ciudadanos griegos. El referéndum ha sido calificado como «ilegal», «golpe de Estado» o como en el caso de la ministra española de Agricultura, Isabel García, alertando de que «las urnas son peligrosas». Vamos, que las carga el diablo.
En la misma onda se encuentran los canales privados de televisión en Grecia, donde el discurso monolítico en favor del «sí» no solo va ligado al falaz discurso de que esta es la única opción de permanencia en Europa y señalando el voto negativo como la salida de facto del euro y las instituciones europeas, sino que además han lanzado el mensaje de que el Gobierno griego ya habría aceptado de forma íntegra la propuesta de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la convocatoria sería solo una mascarada de cara a los ciudadanos griegos.
Por tener una idea de lo que estamos hablando, basta saber el tiempo destinado en los informativos de las televisiones griegas a las manifestaciones que de uno y otro signo se han celebrado esta semana en Atenas. Mientras que a la protesta por el «no» se destinaron de media 8 minutos y 33 segundos, a la realizada en apoyo del «sí» se emplearon 47 minutos y 23 segundos. Más escandaloso es el resultado si atendemos a los dos canales con mayor audiencia en el país, Skaï y Mega, donde la suma arroja un balance de 40 segundos frente a 15 minutos y 25 segundos. De sobra está decir que la beneficiada fue la protesta en favor del acuerdo con los acreedores.

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