Desde nuestras casas, en cuarentena, en medio de una crisis médica y
social sin precedentes en nuestra reciente historia, asistimos al
enésimo capítulo del Hundimiento Real. Esa serie, financiada con dinero
público, con la que desde hace años nos deleita la familia borbónica.
Esta temporada ha empezado fuerte: la malvada fundación offshore
Lucum ha resultado ser una tapadera donde el monarca emérito Juan
Carlos I atesoraba 100 millones de euros procedentes de supuestas
comisiones ilegales de Arabia Saudí.
Sem comentários:
Enviar um comentário