«Los mejores guardianes de los bosques», así definió la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) a los pueblos indígenas de América Latina. La afirmación se basa en un informe que reúne más de 300 investigaciones realizadas durante dos décadas y afirma que, a pesar de las políticas extractivas de los gobiernos, las comunidades originarias son vitales en la lucha contra el cambio climático, la desnutrición y la pobreza, aunque rara vez son escuchados por estos temas vitales. «Nosotros ya sabemos cómo cuidamos el monte, los que deben enterarse son los sectores políticos», reclamó Jachuka Rete, del Pueblo Mbya de Misiones.
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