Un reciente informe de la Defensoría del Pueblo sobre la situación de
amenazas y agresiones a defensores y defensoras de derechos humanos [1],
y sobre el asesinato de 17 personas entre desmovilizados y familiares
de la FARC, han suscitado revuelo entre distintos sectores sociales y
medios de comunicación masiva. No es para menos. El fantasma del
genocidio de la Unión Patriótica (UP) ronda sobre un proceso de
negociación que ya tiene a la guerrillerada desarmada y aprestándose
para dar la lucha política dentro del marco que impone nuestra
legalidad.
Sem comentários:
Enviar um comentário