La noche del 15 de julio, el Estado Mayor General de Turquía
declaró haber tomado el poder en el país y anunció la destitución de los
dirigentes actuales. Las autoridades otomanas calificaron los
disturbios como un golpe de Estado organizado por un pequeño grupo de
militares.
El golpe militar en Turquía se viene abajo.
Después de varias horas, algunas de las principales potencias mundiales,
con EEUU a la cabeza, se posicionan a favor del gobierno
democráticamente elegido, aunque sin citar expresamente a Erdogan. Con
la salida de ciudadanos a las calles y la respuesta militar y policial a
los sublevados, el Servicio de Inteligencia Turco ha dado el golpe por
definitivamente fracasado, aunque haya bolsas de resistencia.
El
llamamiento del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para impedir que
el golpe siguiera adelante ha tenido una respuesta positiva: miles de
personas han salido a la calle tras varias horas de caos y tiroteos que
han finalizado con al menos 14 muertos. “Van a recibir la respuesta de
la nación y van a pagar un alto precio por actuar contra la nación. No
les vamos a ceder el campo. Pronto vamos a eliminar su actitud”, aseguró
Erdogan, que estaba de vacaciones.
De forma progresiva, los
manifestantes han acudido a plazas y también a los centros neurálgicos
ocupados por los militares, que han utilizado fuego real. Las imágenes
difundidas no indicaban que los disparos se realizaran directamente
contra los civiles, no al menos de forma masiva. No se ha evitado, sin
embargo, la muerte de, al menos, cinco manifestantes.
También se han producido víctimas en los enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas leales a Erdogan, que han dispuesto un contraataque.
Al menos 17 agentes de Policía han muerto en una explosión en la sede de la fuerzas especiales del cuerpo en el distrito de Golbasi, en Ankara, uno de los puntos donde se han registrado enfrentamientos durante la intentona golpista, en la que ha sido derribado un helicóptero de los militares rebeldes. Los medios turcos han informado de que un cazabombardero F-16 ha derribado un helicóptero de los rebeldes.
También se han producido víctimas en los enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas leales a Erdogan, que han dispuesto un contraataque.
Al menos 17 agentes de Policía han muerto en una explosión en la sede de la fuerzas especiales del cuerpo en el distrito de Golbasi, en Ankara, uno de los puntos donde se han registrado enfrentamientos durante la intentona golpista, en la que ha sido derribado un helicóptero de los militares rebeldes. Los medios turcos han informado de que un cazabombardero F-16 ha derribado un helicóptero de los rebeldes.
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