La situación de los últimos días nos ofrece un ejemplo de una
perversidad pocas veces vista: en medio de una pandemia global la mayor
superpotencia del planeta persiste en la aplicación de una política de
bloqueo y sanciones económicas contra terceros países que impiden, o
dificultan enormemente, acceder a los medicamentos necesarios para
defenderse de la mortal amenaza del coronavirus.
Sem comentários:
Enviar um comentário