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sábado, 3 de outubro de 2015

Obama se engaña a sí mismo

Hubo un silencio asombrado en la sala de la Asamblea General el lunes cuando el Presidente de EE.UU. Barack Obama advirtió a los dirigentes contra un retroceso a días anteriores a las Naciones Unidas, en los que las naciones fuertes imponían su voluntad por la fuerza a las débiles. Hubo una evidente incredulidad cuando dijo que eran Rusia y China las que querían “volver a las reglas que se aplicaron durante la mayor parte de la historia humana y que anteceden a esta institución”.
Esas antiguas reglas incluían la “creencia de que el poder es un juego de cambio neto a cero; que la ley del más fuerte predomina, que los estados fuertes deben imponer su voluntad a los más débiles, que los derechos de los individuos no importan y que en un tiempo de rápido cambio el orden debe ser impuesto por la fuerza”.
El silencio en la sala tuvo lugar porque todo lo que Obama achacó a otros describe perfectamente la conducta de EE.UU. desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta ahora.
Desde 1945, EE.UU. ha participado en docenas de invasiones documentadas y derrocamientos de gobiernos soberanos que se resistieron a la hegemonía de EE.UU. –la nación más fuerte imponiendo su voluntad mediante medios militares a los débiles. Entre los casos más conocidos están los golpes de 1953 y 1954 en Irán y Guatemala y las invasiones de Vietnam e Iraq. Hubo otras democracias derrocadas para instalar monarquías o dictaduras, como la de Mobutu en Congo en 1961, Suharto en Indonesia en 1965 y Pinochet en Chile en 1973.
Hubo un revés para los militaristas estadounidenses con la pérdida en Vietnam, pero una década después Ronald Reagan volvió a lo mismo, comenzando con una pequeña invasión de Granada, George H.W. Bush golpeó duramente a Panamá en 1989 y luego devastó a las fuerzas iraquíes en 1991 con una campaña aérea y terrestre, que condujo a su declaración de que “hemos pateado el Síndrome de Vietnam de una vez por todas”. Treinta años después de la derrota en Vietnam, su hijo, George W. Bush, realizó una invasión de Iraq en 2003, desencadenando un caos total que condujo al más temido poder terrorista de la historia.
A pesar de todo, el lunes Obama estaba culpando a Rusia y China por el caos creado por Washington, diciendo: “Hemos visto a algunas importantes potencias imponiéndose de maneras que contravienen el derecho internacional”. Obama citó la “anexión” por Rusia de Crimea y la “ulterior agresión” en Ucrania Oriental.
No mencionó el documentado golpe orquestado por EE.UU. contra un presidente democráticamente elegido en Kiev, al que se resistieron los ucranianos orientales. Rusia les ha ayudado pero EE.UU. con toda su refinada vigilancia que puede descubrir casi cualquier detalle de vuestra vida privada todavía no ha presentado ni una pizca de evidencia de una “invasión” rusa de Ucrania.

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