Se los puede encontrar en polvorientos paisajes achicharrados por el
sol, en húmedas selvas tropicales y en los salpicados y salobres
litorales del Tercer Mundo. Gozando de reputación en el juicio,
sacudidos por el motor de un helicóptero o calcinados bajo el
inmisericorde sol del desierto, instruyen, ordenan a los gritos,
persuaden en tanto hombres flacos realizan sus aprendizajes bajo sus
vigilantes ojos. En muchos lugares, su particular mezcla de camuflaje,
mejor calzado y equipamiento los ubica aparte. Sus días están
impregnados de olor rancio dulce y de pólvora; sus noches se gastan en
rústicos bares del Tercer Mundo.
Estos hombres, la mayoría son hombres, pertenecen a una fraternidad militar exclusiva que se puede rastrear hasta los mismos comienzos de la nación. Habitualmente, han pasado la mayor parte de una década como soldados, marineros, infantes de marina u hombres de la aviación convencionales, antes de hacer el pase. Probablemente han sido desplegados mar afuera unas diez veces. Los oficiales andan generalmente por la treintena de años, los que se enlistan andan por sus últimos veinte. Tienen más instrucción que la mayoría en el servicio militar. Probablemente terminen casados y tendrán un par de hijos. Y día tras día, llevan adelante misiones en las sombras en muchas zonas del planeta; a veces se trata de desplazamientos secretos, más a menudo se trata de ejercicios ocultos que pueden tener lugar en el Chad o en Uganda, en Bahrein o en Arabia Saudí, en Albania o en Rumania, en Bangladesh o en Sri Lanka, en Bélice o en Uruguay. Pertenecen a las Fuerzas de Operaciones Especiales (SOF, por su sigla en inglés, como las subsiguientes). Son las tropas de élite del más alto nivel de EE.UU.; los del Birrete Verde o los SEAL de la Armada, entre otros, y existe la probabilidad de que si usted arroja un dardo a un planisferio o si para con su dedo un globo terráqueo en movimiento, y no encuentra agua, tropezará con un territorio en que estuvieron algunos de estos hombres en algún momento en 2015.
Estos hombres, la mayoría son hombres, pertenecen a una fraternidad militar exclusiva que se puede rastrear hasta los mismos comienzos de la nación. Habitualmente, han pasado la mayor parte de una década como soldados, marineros, infantes de marina u hombres de la aviación convencionales, antes de hacer el pase. Probablemente han sido desplegados mar afuera unas diez veces. Los oficiales andan generalmente por la treintena de años, los que se enlistan andan por sus últimos veinte. Tienen más instrucción que la mayoría en el servicio militar. Probablemente terminen casados y tendrán un par de hijos. Y día tras día, llevan adelante misiones en las sombras en muchas zonas del planeta; a veces se trata de desplazamientos secretos, más a menudo se trata de ejercicios ocultos que pueden tener lugar en el Chad o en Uganda, en Bahrein o en Arabia Saudí, en Albania o en Rumania, en Bangladesh o en Sri Lanka, en Bélice o en Uruguay. Pertenecen a las Fuerzas de Operaciones Especiales (SOF, por su sigla en inglés, como las subsiguientes). Son las tropas de élite del más alto nivel de EE.UU.; los del Birrete Verde o los SEAL de la Armada, entre otros, y existe la probabilidad de que si usted arroja un dardo a un planisferio o si para con su dedo un globo terráqueo en movimiento, y no encuentra agua, tropezará con un territorio en que estuvieron algunos de estos hombres en algún momento en 2015.
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