Para un cierto número de campañas electorales o políticas en Europa,
la máxima podría ser: "la inmigración y la agitación de los miedos
alrededor de ese tema es algo que logra votos"... Así, algunas victorias
electorales recientes están muy ligadas a la instrumentalización de
este tema en el sentido de una propaganda que suscita la angustia.
Esto
acaba de verificarse en Polonia, donde el partido de la derecha
nacional-conservadora y soberanista PIS (que significa "Derecho y
Justicia") acaba de triunfar en las elecciones legislativas del domingo
25 de octubre. Con alrededor del 38 % de los votos, el partido gobernará
con la futura Primera Ministra Beate Szydlo.
Delirio odioso
Además
de ciertas aprensiones hacia "Europa", PIS ha apostado sobre todo con
el tema del miedo a los emigrantes durante la última campaña electoral.
Su jefe, Jaroslaw Kaczynski, no ha dudado en presentar a los y las
emigrantes y refugiados -de los que la Comisión Europea intenta que
Polonia acepte un número limitado en el marco del "reparto" contemplado
de 160 000 refugiados y refugiadas en los 28 países de la Unión -como
portadores de enfermedades, un "riesgo sanitario".
Acusando al
gobierno saliente, apoyado por el partido liberal Plataforma Cívica
(PO), de haber prometido, en secreto, en Bruselas acoger a "100 000
musulmanes" - pura y simple mentira-, hacía predicciones sobre "la destrucción de las iglesias, la introducción de la charia, la obligación de adoptar el islam y el terrorismo"
(sic). En el filo entre la agitación política y un delirio odioso
irracional, ya ampliamente superado, añadía, a propósito de las
pretendidas amenazas para el buen pueblo rubio: "El cólera se extiende ya por las islas griegas" y "la disentería está presente en Viena"... Por ahora falta la mención a la peste en el repertorio de este jefe del partido ya que va (de nuevo) a dirigir Polonia.
Otro
decorado, otra situación económica, pero mismos elementos de discurso:
el Partido del Pueblo Suizo (SVP, en suiza alemana) -mal nombrado Unión
Democrática del Centro (UDC) por los francófonos- ha sido el principal
vencedor de las legislativas helvéticas del domingo 18 de octubre. En el
plano federal, con ya el 29,5 % de los votos, este partido, situado a
los dos lados de la frontera entre derecha y extrema derecha, supera su
mejor resultado, el obtenido en 2007 con un 28,9 %. "Desgraciadamente el tema predominante en la campaña ha sido que la gente estaba guiada por el miedo", ha comentado la candidata socialista Rebecca Ruiz, haciendo alusión al debate sobre los refugiados y las refugiadas.
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