La problemática de los conflictos internacionales
Para entender la política nacional e internacional –ambas están
enlazadas- es necesario estudiar la economía y después aplicar esos
conocimientos a la política. Hay que plantear la cuestión ¿Cuáles son
los intereses en un conflicto regional o mundial?, lo que debería llevar
a preguntarse ¿Qué clases sociales actúan en el conflicto y qué
intereses económicos defienden? Estas son las preguntas a las que
intentaremos responder (1).
La hipótesis que preferimos es que
la alianza de los trust financieros internacionales –asociados con
varios gobiernos imperialistas dominantes- actúa entre bambalinas para
preservar la forma de producción capitalista. Para ello cada una de las
alianzas imperialistas maneja su política regional e internacional
enfrentándose a las otras alianzas e intentando enfeudar a las fuerzas
nacionalistas de las clases burguesas y proletarias de los países
sometidos a esos conflictos. Veremos que la clase trabajadora tiene muy
poco papel en esas intrigas a pesar de ser el sujeto fundamental.
Dos axiomas complementarios
Las claves para comprender los recientes acontecimientos económicos y
políticos internacionales son, por una parte, admitir que la economía
gobierna la política y raras veces lo contrario. De este primer axioma
deriva el segundo, que estipula que los poderes financieros mundiales
dirigen las potencias de la política internacional, las cuales deben
garantizar que las clases sociales vayan derechas por los caminos que
les asignen. Dichos caminos de austeridad pueden conducir hasta
resignarse al sacrificio final dictado por los generales y llegar
incluso a la muerte para mantener este sistema económico depravado.
Una vez admitidos estos axiomas es fácil desenredar la complicada
madeja de intereses entrecruzados, así como la mezcolanza de teorías
«del complot» que se disputan el escenario en el teatro político
internacional.
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