El horror de los devastadores incendios apocalípticos en los Estados de
Nueva Gales del Sur y Victoria (Australia) no solo ha aguado los ánimos
festivos de Año Nuevo, sino que ha avivado la indignación por la
evidente incapacidad del gobierno para responder a la emergencia
climática. La peineta dedicada por el cantante Tex Perkins al primer
ministro durante el concierto de Nochevieja fue un fiel reflejo de lo
que pensaba la gente en aquel momento. Sin embargo, la clase gobernante
está decidida a librar la guerra climática en nombre de las empresas de
combustibles fósiles.
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