Footprints - Praia do Castelejo, Vila do Bispo, Algarve

terça-feira, 22 de novembro de 2016

Más de 160 heridos por la policía: ¿Qué y por qué está pasando en Dakota del Norte?

Un total de 167 manifestantes han resultado heridos a manos de las fuerzas policiales en una protesta contra la construcción del oleoducto Dakota Access en Standing Rock, Dakota del Norte (EE.UU.).

La Policía de Dakota del Norte lanza gases lacrimógenos contra los manifestantes.Stephanie KeithReuters

Un total de 167 manifestantes han resultado heridos a manos de la Policía en una protesta contra la construcción del oleoducto Dakota Access en Standing Rock, Dakota del Norte (EE.UU.), según un médico citado por Indigenous Rising Media. De acuerdo con este informe, la Policía apuntaba a las cabezas y las piernas de los manifestantes. De los heridos, siete personas han sido hospitalizadas con lesiones graves en la cabeza. Tres heridos son presuntamente ancianos de la tribu de los sioux.

¿Qué está pasando?

La Policía de Dakota del Norte ha lanzado gases lacrimógenos, balas de goma y cañones de agua contra quienes protestan contra el oleoducto en el campamento de Oceti Sakowin.

Un manifestante ha insistido a Indigenous Rising Media en que "no ha habido señales de violencia" por parte de los activistas. "Realmente parece una zona de guerra, no se siente que estamos en EE.UU. en 2016", ha agregado el manifestante calificando la situación de "muy aterradora".

Además, según reportes en medios sociales, activistas han asegurado estar "atrapados en un puente" mientras la Policía de Dakota del Norte lanzaba gas lacrimógeno y balas de goma contra ellos. Los reportes indican también que los oficiales habrían desplegado cañones de agua contra los manifestantes y habrían utilizado dispositivos acústicos de largo alcance.

De acuerdo con la NBC, alrededor de 400 manifestantes han participado en la marcha de esta noche, la última de una serie de protestas en contra del oleoducto.

TRAGICÓMIX


by Iñahi y Frenchy

La normalidad se desborda: Trump y nuestro antídoto

El triunfo de Donald Trump en las elecciones estadounidenses del martes 8 de noviembre ha desatado una oleada mundial de estupor, miedo y repulsión. Sin duda hay razones para ello. La unanimidad en las reacciones a la barbarie es siempre reconfortante, pues proporciona en momentos de conmoción la calidez y seguridad de formar parte de un amplio sentido común. El problema es que para sostener esa unanimidad hace falta presentar al amenazante como alguien ajeno a la comunidad, como un extraño, como un intruso. Si en esa irrupción han mediado unas elecciones, entonces no queda otra que culpar en exclusiva a quienes se supone que le han votado, una tarea más fácil cuando parece tratarse de gente precaria, en paro y sin estudios, pues, en el fondo, siempre fueron “los otros”. Una vez acotado “el nosotros”, las voces de la intelectualidad sensata conforman el mantra que acompaña al duelo por la normalidad perdida, como si esta hubiera sido un dechado de virtudes o no contuviera las causas de su propia disrupción.
El problema es que muchos de los discursos que se lamentan de la llegada de Trump a la Casa Blanca no sirvieron para evitarlo. Poco sentido tiene ahora utilizar como medicina paliativa lo que antes falló como antídoto. De hecho el triunfo de Trump es precisamente el fracaso de esos discursos del establishment político y mediático, pero no porque el de Trump representara una alternativa con respecto a ellos, sino porque cubría sus vacíos, denunciaba su hipocresía y se alimentaba además de su misma lógica, aunque llevándola, eso sí, al extremo. Es cierto que la llegada de Trump representa un cambio importante en la política norteamericana, pero este cambio es sobre todo un cambio de intensidad. Trump es una subida de alto voltaje en la red eléctrica del sistema político norteamericano que amenaza con fundir sus plomos.

TRUMP


by Jorge Alaminos

FOTOS MINHAS



photo: rogério barroso. Foto nº 2407 - Rain.

O tanto que está por fazer

Estamos no segundo processo orçamental em que o tema não são as privatizações, os cortes ou o aumento de impostos sobre o trabalho, mas o aumento das pensões, do salário mínimo e a eliminação da sobretaxa. A Direita está fora de jogo. No seu programa eleitoral defendia o congelamento das pensões e a manutenção dos cortes. Como pode agora dar a cara por esse programa? Na falta de uma Direita parlamentar capaz de ser Oposição, as elites movem-se e organizam-se. Não é tanto o Orçamento que as preocupa, mas o que acontece para lá dele: o aumento do salário mínimo e os avanços no combate à precariedade.

domingo, 20 de novembro de 2016

Qual é o papel da tiroide no metabolismo?


Uma produção deficiente das hormonas tiroideias (T3 e T4) conduz ao hipotiroidismo, uma doença que provoca uma diminuição do metabolismo e que conduz ao aumento do peso, pela retenção de líquidos e aumento da massa gorda corporal. Embora esta alteração seja pouco recorrente em pessoas com excesso de peso, alguns investigadores defendem que existe um hipotiroidismo subclínico, em que os valores das hormonas tiroideias estão dentro de parâmetros normais, mas muito próximos dos valores mínimos.
Nestes casos, verifica-se geralmente que a pessoa tem temperatura corporal muito baixa, tende a acumular água no organismo, sente-se particularmente cansada, tem prisão de ventre e tendência para engordar. No fundo, e segundo os proponentes desta teoria, nesta situação os níveis de hormonas tiroideias, embora dentro dos limites mínimos, não são suficientes para assegurar as diversas funções do organismo, nomeadamente o controlo do peso.

El imperio del caos

Con Trump de presidente, ¿se acaba el experimento estadounidense? 
 
Lo único que se puede decir de los imperios es que, en su culminación –o en las cercanías de ella– siempre representaron tanto un principio de orden como de dominación. Por lo tanto, he aquí lo desconcertante de la versión estadounidense de un imperio en los tiempos en que se decía que este país era “la única superpotencia”, cuando estaba destinando más dinero a sus fuerzas armadas que el conjunto de las 10 naciones que le seguían en el mundo en relación con los gastos militares: ha sido un imperio del caos.
En septiembre de 2002, Amr Moussa, por entonces secretario general de la Liga Árabe, hizo una advertencia que nunca he olvidado. La intención de la administración Bush de invadir Irak y derrocar a su gobernante, Saddam Hussein, ya era del todo evidente. De dar ese paso, insistía Moussa, se “abrirán las puertas del infierno”. Su presagio pasó a ser cualquier cosa menos una hipérbole, y las puertas no volvieron a cerrarse nunca.
Las guerras en casa
De hecho, desde el comienzo de la invasión de Afganistán, en octubre de 2001, todo lo que tocaron las fuerzas armadas de Estados Unidos en estos años se ha convertido en polvo. Varios países del Gran Oriente Medio y África se han venido abajo agobiados por el peso de la intervención estadounidense o la de sus aliados, y los movimientos terroristas –unos más nefastos que otros– se diseminaron notable e incontroladamente. En estos momentos, Afganistán es una zona de desastre; un Yemen, atormentado por la guerra civil, una brutal campaña de bombardeo aéreo de la fuerza aérea Saudí –respaldada por Estados Unidos– y las acciones de grupos terroristas cada vez más activos, prácticamente ha dejado de existir; de Irak lo menos que se puede decir es que ahora es un país desgarrado por las luchas sectarias; Siria, casi no existe; en estos días, Libia ya no es una nación; y Somalia es un agrupamiento de feudos y movimientos terroristas. En conjunto, para la más poderosa potencia del planeta, que en una actuación muy poco imperial, haya sido incapaz de imponer su superioridad militar o algún tipo de orden a cualquier país o grupo –esté donde esté el sitio que haya elegido para actuar– en todo este tiempo, se trata de todo un récord. Resulta difícil recordar un antecedente histórico de esto.
Mientras tanto, desde los destrozados territorios del imperio del caos, fluyen las oleadas de millones de refugiados, algo que no se veía desde el final de la Segunda Guerra Mundial en vastas porciones de la Tierra que habían sido convertidas en cascotes. Una sorprendente proporción de la población –incluyendo muchísimos niños– de varios países fracasados o a punto de serlo se ha visto obligada al exilio interno o ha sido forzada a cruzar fronteras para huir y, desde Afganistan hasta el norte de África o Europa, está sacudiendo el planeta y provocando desasosiego (mientras, aquí, fantasiosas versiones de fabricación local agitan las elecciones estadounidenses).

TRAGICÓMIX




A pesar del calentamiento global, Trump provoca escalofríos en Marrakech

El mundo ha quedado en estado de shock tras la elección de Donald Trump. A medida que se conocen los nombres de los posibles integrantes de su futuro Gabinete y de otros cargos importantes, se va delineando un gobierno de extrema derecha que pocos podrían haber imaginado hace tan solo unas semanas atrás. En Estados Unidos, se siguen llevando a cabo manifestaciones día a día y noche a noche, las cuales se han extendido a nivel internacional. Equipos directivos de muchas instituciones educativas estadounidenses han convocado a especialistas para enfrentar la confusión que agobia a los estudiantes, especialmente a los hijos de inmigrantes que temen que ellos o sus padres puedan estar comprendidos en la persecución y deportación de tres millones de personas indocumentadas que ha prometido llevar a cabo Trump.

En ningún sitio se ha sentido tan claramente el impacto inmediato y potencialmente devastador del hecho de que Trump se haya hecho con la presidencia de Estados Unidos como en la cumbre de Naciones Unidas sobre cambio climático que se viene desarrollando aquí en Marrakech, Marruecos. Hace cuatro años, Donald Trump publicó en Twitter: "El concepto de calentamiento global fue creado por y para los chinos a fin de que la producción industrial estadounidense dejara de ser competitiva”. Así abordaba el tema Donald Trump, la estrella de los realities, el líder del movimiento “birther” que intentó deslegitimar al presidente Barack Obama acusándolo de haber nacido en Kenia. Ahora, en el año 2016, que según pronostica la Organización Meteorológica Mundial será el año más caluroso que se haya registrado en la historia, Trump, el negador del cambio climático, se prepara para asumir la presidencia de Estados Unidos.

Un año después de que los países del mundo alcanzaran el histórico, aunque limitado, Acuerdo de París sobre cambio climático, esta reunión en Marruecos se prestaba a ser la “COP de la acción". Iba a ser el momento en que la comunidad internacional se pondría manos a la obra en forma colectiva para implementar un complejo conjunto de estrategias tendientes a "descarbonizar" la economía mundial, a romper con nuestra adicción a los combustibles fósiles, con la esperanza de hacerlo a tiempo para limitar el aumento de la temperatura promedio del planeta en 1,5º Celsius o, en su defecto, detener el aumento en 2º Celsius. La cooperación de Estados Unidos o, lo que es más importante aún, su liderazgo, resulta esencial para combatir una alteración catastrófica del clima. Aún así, el pasado mes de mayo, durante la Conferencia de la Cuenca Petrolera de Williston en Bismarck, Dakota del Norte, Trump declaró: “Vamos a anular el Acuerdo de París sobre cambio climático”.

quarta-feira, 16 de novembro de 2016

FOTOS MINHAS


photo: rogério barroso. Foto nº 2406 - From my window.

Dieta: O açúcar escondido nos alimentos


Importa ainda considerar que, mesmo antes do nascimento, parece haver uma capacidade para detetar o sabor doce aquando do consumo de açúcares pela mãe. Assim, a dieta materna durante a gestação, bem como durante o período de aleitamento materno, pode influenciar o desenvolvimento de preferências alimentares nas crianças.
No que respeita ao impacto destes alimentos na saúde, tem-se verificado uma forte relação entre o consumo de açucar e o aumento do risco de desenvolvimento de doenças crónicas não transmissíveis – como obesidade, diabetes mellitus tipo 2, dislipidemias, inflamação, doenças cardiovasculares e caries dentárias.

"El euro debe salvarse, pero no a cualquier precio"

Desde Europa siempre se han visto con reticencia las críticas de los economistas estadounidenses a la construcción de la moneda única. Muchos intelectuales y políticos europeístas opinan que los académicos de la otra orilla del Atlántico no comprenden que el euro es un proyecto político además de monetario. Por otra parte, los defensores del euro subrayan que el euro es un proyecto en fase de construcción, que apenas lleva veinte años de vida. Aunque reconocen los fallos originales (ausencia de unión económica y política), consideran que la moneda única debe mantenerse a toda costa y corregir sus deficiencias paulatinamente en los próximos años.
El análisis de Joseph E. Sitglitz, premio Nobel de Economía en 2001, no encaja precisamente con la corriente mayoritaria de críticas a la moneda única. El catedrático de la Universidad de Columbia es un apasionado del proyecto europeo, que considera superior al de Estados Unidos. "El modelo social europeo", explica a Alternativas Económicas, "era una alternativa al modelo de desigualdad de Estados Unidos". "Pero si el euro lo destruye", añade, "entonces sólo nos quedará Suecia, Noruega, pero estos Estados son demasiado pequeños para considerarlos un modelo europeo".
Stiglitz sostiene que "si no se quiere el modelo neoliberal de Estados Unidos ni un modelo socialista, ¿entonces qué esperanza podemos tener?". Su opción es el proyecto europeo, pero "el problema es que el modelo social europeo no funciona".
Stiglitz profundiza en sus análisis sobre Europa en su reciente libro El euro. Cómo la moneda común amenaza el futuro de Europa (Taurus). Es desde una posición claramente europeísta que el profesor estadounidense expresa sus preocupaciones sobre el futuro del proyecto de la Unión Europea.

TRAGICÓMIX


¿Qué significa el triunfo de Donald Trump para el mundo, Latinoamérica y Estados Unidos? (I)

Los ángulos de análisis para explicar el ascenso de Donald Trump al poder no se agotan. Están los que explican el acontecimiento en clave politológica, y que generalmente acuden a la “cantaleta populista” o a los espejismos de la mercadotecnia política para urdir telarañas retóricas autorreferenciales. Están los profesionales cosmopolitas, adherentes del progresismo beato, que básicamente acusan a los blancos pobres e ignorantes de todas las calamidades de Estados Unidos, incluido el triunfo electoral de Trump. Están los que reproducen consignas estériles e indecentes que escuchan en algún medio de comunicación políticamente correcto: por ejemplo, “que Estados Unidos no estaba preparado para una mujer”. Y están los trumpistas de closet que no saben que son trumpistas y que espetan perogrulladas como que “los latinos en Estados Unidos sufren de complejo y por eso votan por una fórmula electoral de blanqueamiento”. Y así hasta el hastío.

Es urgente aportar elementos reflexivos para el análisis. Porque cabe alertar que la victoria de Donald Trump es un indicador de la dimensión de la crisis civilizatoria, que registra la reemergencia de las expresiones más despreciables, ruinosas e indecorosas de la modernidad. En este sentido, las fuerzas de la resistencia deben estar más organizadas y fortalecidas que nunca. Porque el acecho de las derechas en el mundo no es un problema electoral: es un problema civilizatorio. La disyuntiva del siglo XXI es neofascismo o rebelión. Y curiosamente el pírrico beneficio que aporta el triunfo de Trump es que ahora el conflicto de clase es franco y abierto, sin las hipócritas indumentarias del jet set liberal. La secuencia de protestas multitudinarias en Estados Unidos es una demostración de salud política que sugiere que la población en Estados Unidos no está dispuesta a claudicar, y que entiende que es absolutamente necesario poner el cuerpo y tomar la calle y mandar al carajo a los falsos prohombres (o promujeres). Y esa es una buena noticia para ese país y para el mundo. Por cierto que el gran fracaso en la elección de Estados Unidos no fue el triunfo de Donald Trump sino el apoyo de las izquierdas a Hillary Clinton. 

PARA LA VERGUENZA DE LOS MASS MEDIA


by Josetxo Ezcurra

Trump y el momento populista

Ha ganado un fascista. Decirlo no es banalizar el fascismo. El fascismo no es un fenómeno exclusivamente italiano y alemán de los años 30; es una forma de construir lo político. Algunos politólogos españoles trataron de delimitar el fenómeno fuera de nuestras fronteras para evitar hablar de fascismo en España. En España sólo habrían sido fascistas los camisas viejas de la minúscula Falange joseantoniana. No es cierto. El fascismo en España se construyó con los materiales ideológicos disponibles para un proyecto de masas; el catolicismo más reaccionario. Lo que algunos llamaron nacional-catolicismo es la versión española del fascismo. Y fascismo ha habido en muchos países de Europa y de América con diferentes combinaciones discursivas de patrioterismo, xenofobia, reivindicación de un pasado nacional glorioso, religión, una fraseología anti-élites, chovinismo y ningún cuestionamiento de las relaciones de propiedad. Trump es un fascista viable en los EEUU; no hace el saludo romano ni luce esvásticas, pero ha sido apoyado explícitamente por fascistas inviables, desde el Ku Klux Klan hasta varias milicias armadas americanas.

Quienes llamen a lo de Trump populismo de derechas tendrán razón ¿Hay una forma mejor de describir el fascismo que como populismo de derechas? El populismo no es una ideología, ni un paquete de políticas públicas, es una forma de construcción de lo político desde un “afuera” que se expande en los momentos de crisis. Ese afuera es el que ha movilizado a la white american working class con Trump, del mismo modo que movilizó a la británica a favor del Brexit. Ese desprecio aristocrático tan políticamente correcto por los rednecks americanos, por los chavs británicos o por los badaloneses que hicieron alcalde a Albiol,  revela la miopía de cierto progresismo cosmopolita que sólo es paletismo urbano.

Los populistas son outsiders y pueden ser de derechas, de izquierdas, ultraliberales o proteccionistas. ¿Quiere esto decir que los “extremos” se tocan o se parecen? En ningún caso. No por repetido es menos ridículo ese argumento mediante el que un extremista de centro se autoidentifica como el virtuoso término medio y en un triple salto mortal dice que los puntos más lejanos a un lado y a otro en realidad están cerca. Trump no está cerca de Sanders, está cerca de las políticas migratorias de Bush y de la Unión Europea. Trump, multimillonario, está cerca del mundo construido por los presidentes que le precedieron, incluido Obama, que dejaron a la intemperie a las clases populares americanas. Trump simplemente ha aprovechado el momento.

Livros meus, que leio e releio...

"No dia seguinte ninguém morreu."

terça-feira, 15 de novembro de 2016

Vai uma castanha? Os 8 benefícios deste fruto


 Stress - As quantidades apreciáveis de vitamina B e fósforo, sugerem que castanha ajuda a manter saudável o sistema nervoso. Está altamente recomendada a pessoas sujeitas a stress físico e psicológico.

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photo: rogério barroso. Foto nº 2405 - Super Lua.

“El patriarcado destruirá el planeta si no lo frenamos”

Entrevista a Vandana Shiva, premio nobel de la paz en 1993 y autora del libro "Ecofeminismo" Editorial Icaria. Actualmente una de las mujeres referentes de esta corriente del feminismo que es el Ecofeminismo.

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by Kike Estrada

Shadi Farrah, un preso palestino de 13 años, se enfrentará a su sentencia el 29 de noviembre

Shadi-Farrah, un preso palestino de 13 años, uno de los niños más jóvenes encarcelados por el Estado de Israel, se enfrentará a una audiencia de sentencia el 29 de noviembre, en la que los fiscales israelíes piden una condena de dos años, además del año que ha pasado en prisión y se estima será aprobada por el juez de la causa.
Shadi y su amigo Ahmad al-Zaatari fueron capturados por soldados de ocupación israelíes el 29 de diciembre en su pueblo de Kufr Aqab mientras caminaban por el pueblo. Fueron capturados e interrogados durante días y acusados ​​de posesión de un cuchillo con la supuesta finalidad de llevar a cabo una acción de resistencia contra los soldados israelíes. El presunto cuchillo nunca fue utilizado ni sacado por ninguno de los dos niños, se les acusa de tener el cuchillo dentro de su bolsa. Incluso esta afirmación es negada por la familia de Shadi.
Esta sentencia viene como parte de un acuerdo de pedido que fue aceptado por la familia de Shadi porque, según dijo su madre, la acusación israelí amenazó con aplazar la sentencia de Shadi hasta después de cumplir los 14 años, en cuyo caso recibiría un plazo aún más largo, citando los casos recientes de Muawiya Alqam, Ahmad Manasrah, Munther Aby Mayalah y Mohammed Taha. Ahmad se enfrenta a un acuerdo similar entre las partes.
El 29 de de noviembre marca también el Día de la Solidaridad Internacional con el Pueblo Palestino. La madre de Shadi expresó su disgusto por el tratamiento de la Autoridad Palestina para con los niños prisioneros, diciendo que había más atención internacional para el caso de Shadi que la oficial de las instituciones de la AP.
Durante su encarcelamiento, Shadi ha sido confinado en el centro de detención juvenil Al-Masra, un centro para adolescentes por lo general recluidos por robo, asalto o cargos por drogas, por lo que se ha enfrentado a momentos difíciles. Debido a que es menor de 14 años no se le recluyó con otros presos políticos palestinos o de "seguridad". Él y su familia han sufrido el sistema de las visitas familiares, dada su ubicación han tenido que organizar sus visitas de forma privada y pagar casi 800 NIS (unos 200 dólares) por viaje.