Empecemos por los hechos: en el último año la autoridades de Israel han
endurecido el ya largo bloqueo que pesa sobre la Franja de Gaza.
Incluso antes de estas restricciones más recientes, el bloqueo israelí (una política ilegal de castigo colectivo, en palabras
del Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon) estaba dañando gravemente
las vidas de los dos millones de residentes de Gaza, con lo que se
agravaba aún más la falta de desarrollo del enclave.
En abril de
este año la ONU afirmó claramente que el paso más urgente para la
reconstrucción de lo que queda de Gaza seguía siendo “suspender las
restricciones que Israel impone a la importación de materiales de
construcción, de cara a una reducción progresiva del bloqueo”. Sin
embargo, las cosas han ido en el sentido contrario.
En julio el periódico israelí Haaretz informaba
de cómo “se han endurecido tanto las restricciones para que los
palestinos puedan salir del territorio como las importaciones permitidas
hacia Gaza”, incluida la prohibición a “ciertos empresarios de importar
sus mercancías a Gaza”.
Los datos de la ONU confirmaron que el bloqueo se había endurecido en julio, mientras que en agosto tan solo 110 camiones habían salido
de Gaza, menos de la mitad de la cifra alcanzada en enero (y un 14% del
niveles de 2005). Durante el mes de agosto la cantidad de pacientes que
recibieron permiso de las autoridades israelíes para recibir
tratamiento fuera de Gaza fue la más baja en los últimos siete años.
En el mes de septiembre la ONG israelí Gisha publicó una serie de estadísticas
que mostraban que “durante la primera mitad del año 1.211 gazíes fueron
interrogados por las fuerzas de seguridad israelíes en el paso de
Eretz”, lo que supone dos veces y media más personas interrogadas
respecto al mismo periodo del año pasado.
A principios de octubre un funcionario de la Cámara de Comercio e Industria de Gaza describió
la situación actual como “la peor de todos los tiempos”. El 13 de
octubre el funcionario de la ONU Nockolay Mladenov advirtió a quienes
“creen que es posible castigar a la Franja de Gaza y mantenerla bajo el
bloqueo eternamente”.
A pesar de todo, el ministro de Defensa de Israel Avigdor Lieberman ha dado órdenes
a los militares israelíes de endurecer el bloqueo, particularmente en
lo que respecta a los denominados “artículos de doble uso”. Según Gisha,
esta lista incluye “artículos cuyo uso es mayoritariamente civil y que son esenciales para la vida civil”.
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