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sábado, 5 de novembro de 2016

“Me gustaría que los vecinos de Londres supieran cómo actúa la City”

Al estallar la crisis de 2008, el Estado británico acudió en auxilio de entidades como el Royal Bank of Scotland (RBS), el Halifax Bank of Scotland (HBOS), el Northern Bank o el Lloyds Banking Group. Según el Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM), Reino Unido fue el país –entonces miembro de la Unión Europea- que más ayudas directas (en cifras absolutas) suministró a los bancos en el periodo 2008-2012: más de 80.000 millones de euros, el 4,3% del PIB; Alemania ocupó el segundo lugar (65.700 millones de euros). En el segundo trimestre de 2016, la deuda pública de Gran Bretaña ronda los dos billones de euros (89% del PIB). Pero además de este porcentaje, la importancia reside en la evolución: al inicio de la crisis (2008), el endeudamiento público se situaba en el 51% de la riqueza nacional; antes de la gran recesión, en 2007, se hallaba en el 43%.
De origen finlandés, Fanny Malinen lleva seis años residiendo en Londres y es activista del colectivo Debt Resistance United King, donde trabaja en los grupos de investigación para las auditorías de la deuda en los municipios. En 2011 formó parte de Occupy London. En 2012, un grupo que procedía de este movimiento dirigió sus energías al trabajo en torno a la banca, las finanzas y la deuda; y de allí surgió en 2013 el grupo de Debt Resistance londinense, que mantiene contacto con otros colectivos que objetan las deudas ilegítimas en Manchester, Birmingham, Leeds y algunas ciudades escocesas. En el estado español trabaron relación con la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD); y en el distrito londinense de Newham, con otros que trabajan contra la austeridad, los problemas de vivienda y los recortes en los servicios públicos. “Ahora se trata de ampliar la red”, afirma la activista, y extender “una herramienta tan potente como las auditorías, que están relacionadas con la deuda y muchas otras áreas: también con la democracia local”.
El ejemplo británico es uno de los más claros para rebatir que la deuda pública actuara como detonante de la gran recesión. En la década anterior a la crisis, entre 2000 y 2008, el CADTM destaca que la deuda privada total (sociedades financieras, no financieras y hogares) del Reino Unido se elevó del 268% al 434% del PIB. En ese contexto, Fanny Malinen recuerda que son compañías multinacionales las encargadas de auditar a los bancos. “No van a actuar, de ahí la importancia de promover nuestras campañas”. Relaciona la deuda con las políticas de austeridad, “que en el Reino Unido son muy serias”. Pero también considera que tal vez hayan sido menos “abruptas” que en España, y que entre los británicos “no existe un sentimiento generalizado de crisis del capitalismo financiero”; en un castellano forzado, tras participar en las jornadas #Auditfest organizadas por la PACD en Barcelona, añade: “Mucha gente todavía cree en esa historia del gobierno, que dice: como hemos gastado mucho dinero, ahora necesitamos la austeridad”.

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