El mundo ha quedado en
estado de shock tras la elección de Donald Trump. A medida que se
conocen los nombres de los posibles integrantes de su futuro Gabinete y
de otros cargos importantes, se va delineando un gobierno de extrema
derecha que pocos podrían haber imaginado hace tan solo unas semanas
atrás. En Estados Unidos, se siguen llevando a cabo manifestaciones día a
día y noche a noche, las cuales se han extendido a nivel internacional.
Equipos directivos de muchas instituciones educativas estadounidenses
han convocado a especialistas para enfrentar la confusión que agobia a
los estudiantes, especialmente a los hijos de inmigrantes que temen que
ellos o sus padres puedan estar comprendidos en la persecución y
deportación de tres millones de personas indocumentadas que ha prometido
llevar a cabo Trump.
En ningún sitio se ha sentido tan
claramente el impacto inmediato y potencialmente devastador del hecho de
que Trump se haya hecho con la presidencia de Estados Unidos como en la
cumbre de Naciones Unidas sobre cambio climático que se viene
desarrollando aquí en Marrakech, Marruecos. Hace cuatro años, Donald
Trump publicó en Twitter: "El concepto de calentamiento global fue
creado por y para los chinos a fin de que la producción industrial
estadounidense dejara de ser competitiva”. Así abordaba el tema Donald
Trump, la estrella de los realities, el líder del movimiento “birther”
que intentó deslegitimar al presidente Barack Obama acusándolo de haber
nacido en Kenia. Ahora, en el año 2016, que según pronostica la
Organización Meteorológica Mundial será el año más caluroso que se haya
registrado en la historia, Trump, el negador del cambio climático, se
prepara para asumir la presidencia de Estados Unidos.
Un año
después de que los países del mundo alcanzaran el histórico, aunque
limitado, Acuerdo de París sobre cambio climático, esta reunión en
Marruecos se prestaba a ser la “COP de la acción". Iba a ser el momento
en que la comunidad internacional se pondría manos a la obra en forma
colectiva para implementar un complejo conjunto de estrategias
tendientes a "descarbonizar" la economía mundial, a romper con nuestra
adicción a los combustibles fósiles, con la esperanza de hacerlo a
tiempo para limitar el aumento de la temperatura promedio del planeta en
1,5º Celsius o, en su defecto, detener el aumento en 2º Celsius. La
cooperación de Estados Unidos o, lo que es más importante aún, su
liderazgo, resulta esencial para combatir una alteración catastrófica
del clima. Aún así, el pasado mes de mayo, durante la Conferencia de la
Cuenca Petrolera de Williston en Bismarck, Dakota del Norte, Trump
declaró: “Vamos a anular el Acuerdo de París sobre cambio climático”.
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