En su reiterado golpismo, el ultraderechista Jair Bolsonaro explicó este viernes, frente a una nutrida platea de evangelistas, que tiene tres alternativas de futuro: ser detenido, ser muerto o la victoria.
En seguida, aclaró: nadie podrá detenerlo, la muerte depende de la voluntad de Dios y la victoria depende de “ustedes, el pueblo”.
Volvió a decir que no pretende llevar a cabo ninguna ruptura –en clara alusión a un golpe– pero que “para todo hay un límite”.
Sin nombrar a nadie, denunció el abuso de “dos señores” que se sienten autorizados a adoptar medidas que violan derechos constitucionales, en alusión a Alexandre de Moraes y Luis Roberto Barroso, integrantes del Supremo Tribunal Federal y del Tribunal Superior Electoral.
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