México desplegó esta semana unos 15 mil miembros de la Guardia
Nacional en su frontera norte, que se suman a los cerca de 6 mil ya
apostados en el sur. El objetivo: contentar a Donald Trump y su
electorado antinmigrante. Al ritmo de las amenazas y las extorsiones de
Washington, la legalidad humanista cede terreno a la noción de seguridad
nacional. Nuevo estilo de negociación para la vieja empresa de control
colonial.
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