Luisa Carnés, una bella muchacha de 26 años, llegó a la Puerta del Sol de Madrid a primera hora de la tarde de un radiante día de primavera ¡La primavera más bonita del siglo: el martes 14 de abril de 1931! ¡La vida bullía!
Mientras caminaba por aquellas sucias calles vestida con un ligero vestido floreado, algo raído, que justo le cubría media pierna, pensaba en las protagonistas de su próxima novela-reportaje, Tea rooms. Mujeres obreras, obra que publicaría en 1934. De pronto, cogió su chaqueta y se la colocó encima de los hombros. Una nube, atrevida, había tapado el sol y el aire se había tornado fresco.
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