Lo primero que muestra es que las mujeres sólo son creídas cuando niegan la violencia de género, en ese momento nadie las cuestiona; en cambio, cuando la denuncian, una gran parte de la sociedad piensa que mienten y aceptan sin dudar el mito de las “denuncias falsas”. Da igual que las denuncias sólo representen el 25-30% de toda la violencia de género que existe y que las denuncias falsas, según la propia Fiscalía General del Estado, representen menos del 0’02%, al final el valor de la palabra de las mujeres no depende de lo que digan, sino de cómo afecta al modelo masculino que los hombres han impuesto.
Sem comentários:
Enviar um comentário