Manuela d’Ávila, del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), fue
 una de las invitadas internacionales al Festival Radicaliza la 
Democracia, organizado por el Partido Poder en el campus de la USACH y 
que cerró su primera edición este domingo. D’Ávila se hizo popular más 
allá de las fronteras de Brasil cuando anunció su candidatura a la 
Vicepresidencia con la lista del Partido de los Trabajadores (PT), en 
dupla con Fernando Haddad, quien tomó el relevo de Lula, encarcelado en 
Curitiba, y peleó la Presidencia con el ultra Jair Bolsonaro. Procedente
 del movimiento estudiantil brasileño, la trayectoria 
política institucional de D’Ávila es muy dilatada a pesar de su 
juventud. En 2005, con sólo 23 años fue elegida concejal de su ciudad 
natal, Porto Alegre. Tras pasar por el Parlamento regional de Río Grande
 do Sul, llegó a la Congreso Nacional en 2007 como diputada del PCdoB.
 Después de una década de trabajo legislativo a nivel federal, decidió 
dedicar los esfuerzos a su provincia natal, donde ejerce como 
parlamentaria regional desde 2015. La intervención de D’Ávila fue de las
 más esperadas de las figuras 
internacionales, sobre todo por parte de mujeres y jóvenes, los 
principales seguidores de la joven periodista. Antes de almorzar, se 
tomó un tiempo para conversar con El Desconcierto sobre los últimos 
acontecimientos en su país. El primer mensaje, el que lanza a través del
 medallón que le cuelga del cuello: “Bajo mi cabeza para mirar a mi 
corazón que es lo único que merece mi reverencia”. Va al hueso.
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