Más de 500 funcionarios del gobierno de Joe Biden se sumaron a la creciente disidencia interna condenando la política oficial de Biden y se unieron al coro mundial por un alto el fuego.
La batalla sobre la política estadounidense de apoyo incondicional a Israel en su guerra en Gaza estalló ayer en Washington, donde decenas de miles asistieron a una marcha por Israel en justificación a su guerra y al mismo tiempo cientos de funcionarios dentro del gobierno de Joe Biden se sumaron a la creciente disidencia interna condenando la política oficial y se unieron al coro mundial por un alto el fuego.
Sobre el parque central de la capital, conocido como el Mall Nacional, manifestantes vestidos con banderas israelíes y estadunidenses dijeron oraciones en hebreo y corearon no al alto el fuego, mientras escuchaban a un desfile de oradores que incluyó a rabinos, familiares de rehenes secuestrados por Hamas, los líderes legislativos de ambos partidos políticos y sionistas cristianos ultraderechistas. Estamos con Israel, anunciaban las pancartas que portaban miles en este mitin, y endosando con ello la política oficial de Biden.
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