Un hombre haciendo malabares con su propia cabeza, otro sujetando a once personas sobre sus hombros… Imágenes inverosímiles como estas ya existían a finales del siglo XIX. Se trataba de montajes extraordinarios que eran posibles gracias a una técnica más rudimentaria pero igual de efectiva que la que hoy, gracias a las nuevas tecnologías, está al alcance de cualquiera.
Sem comentários:
Enviar um comentário