Esta pandemia nos ha enseñado algo: el modelo occidental no funciona. En medio de la pandemia la globalización corporativa igual avanza enriqueciendo ricos y justifica su agenda insostenible, destructiva, cruel, que se impone contra la vida y el planeta. La pandemia es como una traba a la rueda en movimiento de la globalización corporativa, nos da tiempo a entender la importancia de un mundo solidario y para todos. Elegimos entre la globalización y la vida. Racionalmente nunca elegiríamos la extinción, pero seguimos dejando hacer en nombre de ficticios progresos, aceptando la maquinaria propagandística que favorece la opción que se impone también a fuerza de sanciones, guerra, militarización. La globalización corporativa, construida a golpes durante 40 años, promovida por la ideología neoliberal, divide y mata y nos queda poco tiempo.
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