Cuando se piensa en Venezuela casi nadie se plantea que, por autoritario
que pueda parecer el régimen de Nicolás Maduro, ineficiente su acción
de gobierno e incluso, legítimo el hilo que conduce hasta Juan Guaidó,
el elemento (geo)político que subyace, es inquietante. Hace mes y medio
que una cuarentena de países ha reconocido a un "Gobierno" que, en un
contexto de polarización y crispación, no tiene un control real del
territorio y mucho menos del Estado. La decisión originaria proviene,
además, de Washington y todo esto ocurre en un entorno volátil, como el
latinoamericano, en el que los conflictos poselectorales son moneda
corriente.
Sem comentários:
Enviar um comentário