Unaamiga me envió un mensaje de texto la mañana del 15 de agosto, once días
después de la explosión de Beirut, para decirme que había soñado conmigo. En él
sueño yo estaba considerando pasar unas vacaciones en Estados Unidos, donde
había vivido antes de regresar al Líbano hace unos años, e iba viajando con una
mujer estadounidense que le dijo que estaba esperando que yo le propusiera
matrimonio. Éramos claramente una pareja difícil, pensó mi amiga para sí.
Necesitaba desesperadamente advertirme que no debería seguir adelante. En el
sueño, “todos caminábamos descalzos sobre vidrios rotos”.
domingo, 27 de setembro de 2020
El gran exilio libanés: ¿Es hora ya de marcharse?
Subscrever:
Enviar feedback (Atom)
Sem comentários:
Enviar um comentário