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Maria João Pires
(Lisboa, 1944) no suele mirar atrás. “Ando desconectada del pasado”,
asegura. Por eso no piensa reparar mucho en la caja recién editada que
reúne su discografía completa con Deutsche Grammophon, su sello. “Sólo
espero que no os parezca muy malo…”, afirma. Raro sería, porque
supondría echar por tierra la que ha sido una de las trayectorias más
brillantes del piano contemporáneo. Los discos, vale, eran algo con lo
que durante un tiempo hubo que contar para construir carreras. Ahora se
han convertido en una rareza atemporal que, sin embargo, cuando aparecen
así, como un compendio, dan idea de la solidez y el legado de algunos
escogidos.
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