El 26 de febrero de 2003 el empresario estadounidense Johnny Chen, de 48 años, fue ingresado en el Hospital Francés de Hanoi (Vietnam) después de haber visitado las ciudades chinas de Hong Kong y Shanghai.
La fiebre alta, la tos seca y el dolor muscular y de garganta de Chen apuntaban a un caso grave de gripe como posible causa del malestar. Sin embargo, la dificultad respiratoria y otras complicaciones fueron apareciendo durante los días posteriores a la hospitalización. Aunque el empresario fue trasladado de regreso a Hong Kong para recibir tratamiento, no pudo superar la infección y murió el 13 de marzo. La pesadilla acababa de comenzar.
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