Los demócratas y los republicanos son administradores del imperio, nada
más. Pero en su encarnación física, personal, idiosincrática, hay
matices que no se deben desdeñar. Fidel siempre decía: “Dios no existe,
pero está en los detalles.” Que Elliot Abrams, Marco Rubio, Ted
Cruz, Bob Menéndez y la Ileana Ross pierdan su acceso directo a la
Oficina Oval que les garantizara Donald Trump revela una diferencia que
sería absurdo subestimar. Es sabido que ambos partidos han
perpetrado toda clase de crímenes, en todo el mundo y que su simple
enumeración insumiría decenas de páginas. Pero en esta reciente
elección se corría un riesgo adicional: una ratificación plebiscitaria para mantener por cuatro años más a un hampón como Donald Trump en la Casa Blanca habría tenido funestas consecuencias para nuestros países. Mencionemos apenas tres. Primera, la inmediata activación de la “carta militar” contra Venezuela que
Mike Pompeo preparara durante su gira de hace apenas un par de meses
visitando Brasil, Colombia y Guyana (tres países fronterizos con la
nación bolivariana) amén del cercano Surinam.
quinta-feira, 12 de novembro de 2020
Ganó Biden, ¿y ahora qué?
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