Footprints - Praia do Castelejo, Vila do Bispo, Algarve

quinta-feira, 5 de novembro de 2020

¿Por qué Trump no puede permitirse perder?

 El presidente estaba abatido. Al sentir que su tiempo se acababa, pidió a sus ayudantes que le hicieran una lista con sus opciones políticas. No era especialmente religioso, pero, cuando la luz del día se desvaneció en el exterior de una Casa Blanca que se vaciaba rápidamente, cayó de rodillas y oró en voz alta, sollozando mientras golpeaba la alfombra con el puño. “¿Qué he hecho?”, dijo. “¿Qué ha sucedido?” Cuando el presidente comprendió que los militares podrían facilitarle las cosas si dejaban una pistola en el cajón de un escritorio, el jefe de gabinete llamó a sus médicos y ordenó que le quitaran todas las pastillas para dormir y los tranquilizantes, para asegurarse de que no disponía de medios para suicidarse.

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