El 13 de enero de 1919 el entonces gobernador del territorio de Alaska,
Thomas Riggs compareció ante el Congreso de Estados Unidos solicitando
fondos federales para combatir la influenza española. Alaska era un
territorio recién incorporado en el que residían cerca de 20.000
ciudadanos blancos y aproximadamente 30.000 indígenas. La gripe
española llegó tardíamente al lugar, pero se regó como pólvora. Aunque
los datos son aún inciertos, para fines de 1918 el conteo de muertes
excedía de 2.000. Riggs venía ahora ante el Comité de Apropiaciones de
la Cámara de Representantes con una lista de gastos incurridos por el
gobierno territorial en la lucha en contra de la pandemia. Pocos días
antes el Senado había aprobado $100.000 para las arcas del gobierno
territorial de Alaska. Riggs buscaba la aprobación final por la Cámara.
Lo interesante de su reclamo es que, en enero de 1919, el gobierno de
Alaska no tenía un problema presupuestario. De hecho, le sobraba dinero.
terça-feira, 6 de outubro de 2020
El imperialismo y la «gripe española» en Alaska y Puerto Rico, 1917-1919
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