Frente a la presión popular y a la amplitud de la crisis, en esa época los acreedores pusieron en marcha financiaciones de urgencia o iniciativas de alivio de deudas. Desde 1982, esas medidas sirvieron, sobre todo, para garantizar la continuación del pago del servicio de la deuda. De esa manera, los acreedores no se verían afectados por una suspensión generalizada de pagos de deudas, como ya había pasado en los años 1930.
Sem comentários:
Enviar um comentário