En Estados Unidos hay diecinueve estados donde está permitido el castigo físico a niños y niñas en las escuelas. La noticia no es de principios del siglo pasado: azotes, nalgadas, reglazos siguen siendo una práctica aplicada a “estudiantes rebeldes” en estos lugares, la mayoría en el sur del país. Hay más: en Oklahoma se presentó un proyecto de ley para eximir de estos castigos a niños y niñas con discapacidades. La Cámara de Representantes del estado acaba de rechazarlo.
Parece imposible que en pleno año 2023 se plantee que se azote a los niños para corregir sus conductas. Sin embargo, los alumnos podrían enfrentarse a un «castigo corporal» como sanción disciplinaria. En Cassville, estado de Misuri, los administradores notificaron a los padres sobre la nueva política en una reunión abierta y entregaron formularios de consentimiento para que los firmaran.
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