El martes 28 de febrero 2 trenes chocaron y murieron al menos 57 personas, la mayoría de ellos eran jóvenes estudiantes de la universidad local de Tesalónica. Todos nos identificamos con las víctimas, con sus familias que están en duelo ahora mismo. El gobierno intentó al principio quitarse la responsabilidad de encima, pero según iba a avanzando la información de los hechos nos enteramos todos que era el resultado de muchos años, por lo menos una década o más, de abandono, de negligencia, de degradación de nuestras vías. De la mano con el programa de ajuste estructural neoliberal y que toda la infraestructura pública fue dejada totalmente a su suerte y también se vieron muchas responsabilidades del gobierno y mucha incompetencia.
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