En seis días la presidencial. Entre la
ultraderechista y el neoliberal, ¿cual es el mal menor? Los medios de
comunicación, el grueso de la clase política y la mayoría de los
franceses - en una relación de 60% contra 40% según sondeos- responden
señalando al joven ex ministro de economía Emmanuel Macron como el mal
menor.
Esa es la gran fuerza de Macron: apelar a lo que
queda del desvitaminado "frente republicano". Pero el candidato no
parece entenderlo. El martes cometió un nuevo error al pedir por
televisión que no se vote por él para evitar la victoria de Marine Le
Pen, sino con un "voto de adhesión". Es una temeridad, porque el domingo
pasado, en la primera vuelta que lo clasificó como primer finalista,
más de la mitad del voto para Macrón, el 54%, fue un voto "táctico", y
no una opción basada en el entusiasmo hacia su programa.
Emmanuel Macron, de 39 años de edad, fue el
arquitecto de la política económica de François Hollande. Suyas son las
dos grandes leyes económicas de este quinquenio: el Pacto de
Responsabilidad y el Crédito de Impuesto por la Competitividad y el
Empleo (CICE). Juntas suponen créditos y rebajas fiscales a las empresas
por valor de 100.000 millones, sin condiciones más allá del compromiso
patronal de crear un millón de puestos de trabajo. No funcionó: el paro
aumentó un 30% (800.000 parados más) y no hubo efectos en inversión, ni
en exportación, ni en I+D.
Este cruel balance tiene dos interpretaciones. Los
sindicatos dicen que no vale la pena ayudar a las empresas porque de
todas formas no contratan. La patronal dice que lo que pasa es que no se
ha hecho lo suficiente, en lugar de 40.000 millones anuales en créditos
y exenciones, deberían ser 116.000 millones. Además, habría que
profundizar la reforma laboral impuesta por decreto, contra la que los
sindicatos protestaron en primavera. Macron apoya esta tesis y quiere
mantener el espíritu de sus leyes y profundizar, por decreto, la reforma
laboral.
Así es como llegamos a la jornada de hoy, primero de
mayo, con dos cortejos sindicales divididos en sus respectivas
procesiones callejeras. Divididos por la consigna de voto. Por el nombre
de Macron.
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