photo: Rogério Barroso. Foto nº. 3278 - Cogumelo.
Footprints - Praia do Castelejo, Vila do Bispo, Algarve
quarta-feira, 27 de fevereiro de 2019
Las huelgas escolares por el cambio climático son inspiradoras, pero deberían avergonzarnos
Tal es el caótico estado de nuestro mundo al revés que los niños son
ahora los adultos y los adultos son los niños. En Westminster, nuestros
supuestos líderes –hombres y mujeres maduros añejos- siguen pataleando y
pidiendo lo que nadie puede darles.
Insisten en que les
deberían permitir devorar todo el pastel de cumpleaños y que todavía les
quede pastel para comer, amenazan con marcharse enfadados de la Unión
Europea y dar un portazo tras ellos. Como dijo muy acertadamente Dominic
Grieve, el anterior fiscal general: “Amenazar con irse es el mismo
comportamiento que el de un niño de tres años que dice que no va a
respirar si no consigue lo que quiere”.
Miami-Cúcuta: el eje terrorista de la gusanería y los paracos
Qué pueden tener en común Miami y Cúcuta, dos ciudades distantes entre
sí por unos 2.200 kilómetros y que además tienen enormes diferencias en
cuanto a nivel de vida, desarrollo arquitectónico, potencial económico y
riqueza? A primera vista nada, porque en efecto las diferencias son
abrumadoras, como lo indican unos datos de tipo general de la capital de
Norte de Santander. En Cúcuta, con 750 mil habitantes, 40 de cada 100
no pueden cubrir sus gastos básicos; la tasa de informalidad es del 70%;
el 40% de sus habitantes son pobres, 281 mil personas, y el 8.5% vive
en la pobreza absoluta, unas 60 mil personas; es la ciudad con mayor
exclusión de todo el país; el 1% de la población se desempeña en
actividades ilícitas relacionadas con el contrabando de mercancías
venezolanas, como gasolina, alimentos y medicamentos; sólo el 25,32% de
la población tiene acceso al agua potable, y el 74,68% recurre a fuentes
hídricas de origen ilegal; existe un déficit habitacional de 60 mil
viviendas y el 90% de los pobres se apiñan en cinco barrios de tugurios;
el desempleo reconocido es del 17% y en las calles laboran diariamente
15 mil niños…
Es el momento de terminar la revolución que habíamos empezado
Hace una semana, cuando lanzamos nuestra candidatura a las presidenciales,
les pedí a todas las personas del país que se uniesen a formar parte de
esta campaña de acción popular sin precedentes. La respuesta del pueblo
estadounidense ha sido histórica. En seis días, más de un millón de
personas han respondido al llamado.
Estadounidenses de
absolutamente cada distrito en el país se han apuntado para colaborar en
el liderazgo hacia un movimiento que no solo busca derrotar a Donald
Trump, el presidente más peligroso de la historia moderna de América.
También se trata de constituir un Gobierno basado en unos principios de
justicia económica, social, racial y medioambiental.
Cuando ponderamos la democracia israelí celebramos la violencia de la ocupación
Unos palestinos cruzan el punto de control de
Belén, para dirigirse a la Mezquita de Al-Aqsa en la Ciudad Vieja de
Jerusalén durante el Ramadán, el 18 de mayo de 2018. Wisam Hashlamoun /
Flash90)
El Dr. Martin Luther King Jr. pronunció estas palabras en 1957 en su discurso "Danos el voto",
como parte de su intento de desafiar la realidad en el sur profundo de
Estados Unidos, donde los negros eran ciudadanos y aún así se les negaba
con varios trucos el derecho a votar. Para los palestinos que han
vivido bajo el Gobierno de Israel desde 1967, el simple derecho a votar no es una opción.
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