El pasado 16 de septiembre la diputada Safa Alhashem declaraba que
"los expatriados deberían pagar impuestos por el aire que respiran".
Otro signo de que en Kuwait se refuerza la hostilidad hacia los
trabajadores extranjeros en el espacio público en el que ciudadanos y
diputados ya no dudan en señalar con el dedo a quienes acusan de ser los
causantes de todos los males de la sociedad.
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