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quinta-feira, 16 de julho de 2015

Nuestra batalla para salvar a Grecia

Esta conversación tuvo lugar el 13 de julio de 2015, antes de que se alcanzara el acuerdo entre Grecia y el Eurogrupo.

-Harry Lambert: ¿Cómo se siente?
-Yanis Varufakis: Estoy tocando el cielo con las manos, ya no tengo que seguir manteniendo esa frenética agenda que era absolutamente inhumana, es increíble. Durante cinco meses he estado durmiendo dos horas al día. ... También me siento aliviado por no tener que seguir manteniendo esta increíble presión para negociar a favor de una posición que me resulta difícil defender, aun cuando logré forzar a la otra parte a aceptar, si sabe a lo que me refiero.
-HL:   ¿Cómo fue? ¿Le gustó algún aspecto?
-YV: Sí, muchos. Pero la información privilegiada a la que uno tiene acceso... viene a confirmar tus peores temores ... Tener a "los poderes existentes" hablándote directamente y que sea tal como tú temías; la situación es peor de lo que imaginabas. Eso fue divertido, ocupar un escaño en primera fila.
-HL:   ¿A qué se refiere?
-YV: La completa falta de escrúpulos democráticos por parte de los supuestos defensores de la democracia de Europa. La comprensión bastante clara, por otro lado, de que analíticamente estamos en la misma página; por supuesto nunca saldrá a la luz de momento. [Y sin embargo] tener a figuras muy importantes mirándote a los ojos y diciéndote "Tienes razón en lo que dices, pero te vamos a aplastar de todas formas".
-HL: Ha dicho que los acreedores se manifestaron en contra suya porque "Yo intento hablar de economía en el Eurogrupo, algo que nadie hace". ¿Qué ocurrió cuando lo hizo?
-YV: No es que no cayera bien, es que había un rechazo categórico a entrar en razonamientos económicos. Categórico. ... Expones un argumento en el que has trabajando mucho –para asegurarte de que resulta lógicamente coherente– y provoca miradas perdidas. Es como si no hubieras hablado. Lo que dices no tiene relación alguna con lo que dicen ellos. Lo mismo podías haber cantado el himno nacional sueco que hubieras obtenido la misma respuesta. Y eso es desconcertante para alguien habituado al debate académico. ... La otra parte siempre participa. Aquí no hubo participación en absoluto. No fue que les molestase, fue como si uno no hubiera hablado.

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