Después de los tambores que alertan sobre una guerra total entre
potencias en Siria, nada retumba más en los medios internacionales que
los tambores de la guerra comercial entre Estados Unidos y la República
Popular China, que todas las semanas escala más alto. El mundo
multipolar que se niega a aceptar EE.UU. ha entrado en una fase muy
delicada de guerras que combinan diferentes modalidades. Muy atrás quedó
el equilibrio real alcanzado por la confrontación de los dos campos
ideológicos en disputa. Así como atrás quedó el mundo unipolar que
siguió a la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
(URSS). Ya no se trata de lucha entre modelos económicos antagónicos:
capitalismo y comunismo, tal como lo conocimos en el siglo pasado, sino
de algo parecido pero mucho más simple de digerir, y que se acerca mucho
a lo que conocimos en el campo de las confrontaciones mundiales hasta
el surgimiento de la URSS. Se trata de la lucha íntercapitalista por la
hegemonía monopólica de los mercados mundiales. Se trata de un déjá vu,
la reaparición de parecidas situaciones, contradicciones y causas que
provocaron la primera y segunda guerras mundiales: la gran depresión
económica, las guerras comerciales arancelarias y las disputas por los
mercados mundiales, sobre todo de materias primas. Quién no lo crea, que
revise la historia.
Sem comentários:
Enviar um comentário