Windy Newton y Nicolette Green no tendrían que haber muerto. Atrapadas en la parte trasera de una camioneta del sheriff
en una zona rural de Carolina del Sur, las dos pacientes de
instituciones de salud mental, de poco más de 40 años de edad, estaban
siendo transportadas cuando la camioneta quedó a la deriva y se inundó
tras el paso del huracán Florence. Los agentes que trasladaban a las
mujeres lograron salir, pero las dos pacientes indefensas murieron
ahogadas, en una muerte innecesaria y tortuosa.
El reverendo William Barber explicó en una entrevista para Democracy Now!:
“Tenemos dos huracanes. El huracán de la pobreza y de la carencia de
atención médica y de salarios dignos, que existía antes de la tormenta
y, por otra parte, la tormenta. Y ahora todo lo que ya era difícil para
la gente se ha exacerbado”. El reverendo Barber es el pastor de Carolina
Norte que cofundó la renovada Campaña de los Pobres, inspirada en el
movimiento homónimo de Martin Luther King Jr. de 1968.
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