Al negociar la importación de gas israelí a unas condiciones
draconianas Jordania limita su capacidad de desarrollo energético
autónomo. Una política tanto más sorprendente cuanto que Tel Aviv
amenaza la propia estabilidad del reino hachemí con su política de
anexión de Cisjordania y de judaización de Jerusalén.
En una
rueda de prensa celebrada el 3 de julio de 2019 el diputado jordano
Saleh Al-Armouti revelaba el texto íntegro, en su versión traducida al
árabe, del acuerdo de importación de gas desde Israel firmado por la
compañía nacional jordana de electricidad, National Electric Power Company (NEPCO).
Un acuerdo que el gobierno había tratado de ocultar a la opinión
pública clasificándolo de confidencial. Desde septiembre de 2014 había
sido objeto de una carta de intenciones. En 2017 se envió una copia a la
Cámara de Diputados, donde con diferentes pretextos permaneció en un
cajón.
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