El Banco Central Europeo (BCE) presentó ayer las nuevas
medidas para fomentar el crédito con la intención de reanimar la
economía europea y encaminarla al crecimiento y la inflación. ¿Sus
medidas estrellas? prestar dinero a un interés del 0% y comprar más
deuda a la banca y a empresas privadas.
La economía europea sigue sin mostrar señales de mejora por mucho que el presidente del BCE Mario Draghi haga “lo que sea necesario”
tal y como ha declarado ya en varias ocasiones. Las cifras de
crecimiento de los países de la zona euro se estancan sin alcanzar las
previsiones esperadas al mismo tiempo que la deuda de los países sigue
su escalada sin pausa. El estancamiento de la inflación, el que no suba
el precio de nuestra cesta de consumo, también preocupa al máximo
organismo monetario europeo.
Por ello Draghi ha anunciado las
nuevas medidas que adoptará el BCE para reactivar la economía. Este
nuevo movimiento del italiano, con visibles trazas de desesperación, no
parece ser más que un tímido aumento de las mismas medidas que se llevan
implantando en los últimos años, salvo por una nueva medida estrella
que ya llevaba tiempo anunciándose: la compra de títulos de deuda a empresas privadas.
Bajada en los tipos de interés del 0,05% al 0%
El
tipo de interés de la zona euro, el precio de obtener dinero prestado
del BCE, lleva varios años en mínimos históricos desde que Draghi los
bajara al 0,25% en noviembre de 2013. Esta medida monetaria expansiva
intenta inyectar dinero a los países mediante el incremento del flujo de
crédito, o sea que ofrece dinero barato a los bancos para que estos lo
presten y se reactive la economía mediante el consumo y la inversión.
En esta ocasión el BCE vuelve a romper un nuevo récord histórico bajando los tipos de interés al 0%
ante los ojos perplejos de los inversores y las bolsas europeas que han
celebrado la noticia con subidas generalizadas en todos los índices del
continente. Al igual que en ocasiones anteriores, Draghi pretende que
una baja de interés del 0,05% ejerza un efecto sobre la banca privada
que les haga abrir el grifo del crédito y reactive la economía. El
problema de esta ecuación, que sigue sin funcionar, es que el grifo del
crédito no va a abrirse porque el BCE lo quiera, los gobiernos lo pidan o
porque las empresas lo necesiten, ni siquiera se abrirá por una nueva e
insignificante bajada del 0,05% del precio del dinero. Los únicos que
tienen la llave para abrir ese grifo son los bancos privados y estos no
prestarán dinero a empresas y familias mientras les sea más rentable
especular en mercados financieros, comprar deuda pública de países en
apuros o simplemente mantener el dinero parado. ¿Por qué iba a correr el
riesgo de prestar un banco dinero a una empresa o una familia de una
economía estancada o en crisis pudiendo especular con la deuda soberana
de un país?
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