Existen muchos mecanismos legales para proscribir el trabajo
infantil. Con todo, en el mundo hay más de 250 millones de niños que
trabajan debido a diferentes razones, entre las que se incluyen
la pobreza en las familias que obliga a los niños a trabajar para
ayudar a sus familias y una legislación laboral débil que no castiga a
los sectores que se benefician del trabajo infantil. El autor de este
artículo habla acerca de otras razones, de las consecuencias del trabajo
infantil y ofrece varias recomendaciones para acabar con esta práctica cruel.
Como
ha señalado [la organización de derechos humanos] Derechos Human Rights
(2008), las violaciones de los derechos humanos y de las libertades
adquieren muchas formas, entre las que se incluye el genocidio, la
esclavitud, la tortura, las desapariciones masivas de individuos, la
negación de la libertad de expresión y el rechazo de la libertad de
prensa. Respecto a las violaciones referentes a “los derechos y
libertades de los niños”, ofrece un buen ejemplo la siguiente valoración
parafraseada de un publicación de IRIN (2007) y un informe de British
Broadcasting Corporation (2004) referente a las violaciones de estos
derechos y libertades en varios países africanos: “Criminales de las
diferentes partes en conflicto en la República Centroafricana, Costa de
Marfil, Sudán y Uganda violan a mujeres y niñas, y abusan sexualmente de
ellas; y en Burundi, la República Centroafricana, la República
Democrática del Congo, Costa de Marfil, Liberia y Sudán se recluta a
niños como combatientes y esclavos sexuales”.
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