A ocho meses de la emboscada del cuatro de octubre en cercanías de la
aldea de Tongo-Tongo, en el norte de Níger, cercana a la frontera con
Mali, sigue produciendo repercusiones y revelando información que el
Pentágono, hubiera preferido mantener en secreto, por ejemplo que
operaciones como la que fracaso en octubre, ya se habían realizado una
treintena.
El hecho, no es menor, más allá del escaso
número de bajas, en total ocho, cuatro Green Berets (Boinas Verdes)
norteamericanos y otros tantos miembros del ejército nigerino, además de
haber resultado heridos otros dos norteamericanos y trece nigerinos,
que componían en conjunto una patrulla de cerca de cincuenta hombres, en
el combate habrían muerto también entre 20 y 25 milicianos del Daesh .
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