Javier se comprometió con la lucha feminista muchos años antes de tener
hijos. Tiene uno de seis y otra de tres a los que cría junto a su pareja
María repartiendo la responsabilidad, los cuidados y educándoles en
igualdad. Pero a Javier le acaba de llegar un correo y, aunque estaba a
punto de salir de la oficina y lo que le piden no es urgente, se queda
un par de horas más para terminarlo. Javier no existe, pero podría ser
alguno de los hombres dispuestos a ejercer una paternidad comprometida
con el cuidado y que quieren modificar el rol tradicionalmente asignado
como productores ajenos al ámbito reproductivo, pero que se encuentran
con contradicciones por el camino. Muchas de ellas son las que suelen
vivir las mujeres, tradicionalmente encargadas del cuidado.
¿Qué ocurre cuando las reflexiones teóricas se resisten a ponerse en práctica?, ¿cómo afrontar la sensación de "no pasa nada por trabajar un poco más" sabiendo que podrías estar bañando a los niños?, ¿qué pasa cuando crees que debes participar de la crianza, pero es ella la que se pide la reducción "porque cobra menos"?
¿Qué ocurre cuando las reflexiones teóricas se resisten a ponerse en práctica?, ¿cómo afrontar la sensación de "no pasa nada por trabajar un poco más" sabiendo que podrías estar bañando a los niños?, ¿qué pasa cuando crees que debes participar de la crianza, pero es ella la que se pide la reducción "porque cobra menos"?
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