La semana pasada se cumplía el 26 aniversario de la firma del Tratado de
Maastricht. Desde Bruselas, los burócratas comunitarios nos invitan a
celebrarlo, con entusiasmo, como un hito decisivo de la denominada
“construcción europea”. Siempre el mismo mensaje: Europa, a pesar de
todas las dificultades, avanza y se consolida, un mantra especialmente
repetido desde el brexit. En nuestra modesta opinión, sin
embargo, no hay nada que celebrar sino más bien mucho que lamentar, pues
el Tratado de Maastricht supuso una constitucionalización de los
principios neoliberales, un verdadero sabotaje del proyecto europeo.
Sem comentários:
Enviar um comentário