Con la globalización neoliberal, que se ha extendido por todo el
planeta, no sólo se han incrementado los flujos de bienes e información,
sino también se han acelerado los procesos de acumulación de dinero y
capital, y se ha concretado la integración económica en varias regiones
del orbe. La globalización ha traído una dinamización de los
intercambios mercantiles, pero, lejos de propiciar que el libre mercado
permitiera un amplio proceso de redistribución que trajera un mayor
beneficio para la mayoría de la población del planeta, ha dado lugar a
una alarmante concentración de la riqueza y a un incremento sustancial
de la desigualdad. De acuerdo a uno de los últimos informes de OXFAM, premiar el trabajo y no la riqueza (2018)
, una reducida minoría de alrededor del 1% de la población mundial
acapara la mitad de la riqueza del planeta y en los últimos años esta
tendencia sólo se ha incrementado, acrecentando la inequidad y la
abrumadora y abismal brecha entre los niveles de desarrollo y las
condiciones de vida entre un reducido grupo de híper billonarios y
centenas de millones de personas hundidas en la miseria y que apenas
sobreviven. La actual desigualdad es una masiva y rapaz maquinaria de
generación de pobreza e injusticia.
Sem comentários:
Enviar um comentário